TODO POR AMOR

¿Te cuento una cosa?

No soporto las frases hechas sobre el amor, tampoco el amor de algodón de azúcar, ni siquiera la versión romántica de las películas.

¿Sabes por qué?

Porque las palabras huecas no conectan con el corazón, porque la ñoñería es efímera, caprichosa y distorsiona la realidad. Porque se idealiza el amor, se hace inalcanzable, irreal y superficial. Y sobre todo porque confundir el amor con todo eso es privarnos de la grandeza
que es vivir desde el corazón.

Amar es asumir tu historia con todas sus circunstancias, es saber quién eres, conocerte, escucharte y respetarte.

De pequeña me caí de la cama y todo cambió, tuve que aprender a confiar antes que andar, a jugar con la soledad y a crecer con dolor.

Mis circunstancias no fueron fáciles, seguro que las tuyas tampoco, nunca lo son.

Habrás escuchado que la historia la escriben los valientes y yo te digo que amar es un acto de valentía porque es salir de ti, con tus dones y tus miedos y darte con generosidad.

Amar es poner a la persona en el centro, es encuentro y es diálogo, es integración y es pluralidad. Amar es apertura, en el amor nada se da por hecho, por concluido, por terminado, nada está establecido.

Amar es ser con los demás, es encarnarse, es poner a Dios en medio de todo.

Por eso te digo que la historia la escriben los que aman y eso está al alcance de todo el mundo, todos somos capaces de amar, tú también.

Sin palabras vacías, sin azúcar, sin romanticismo, el Amor de verdad transforma, revoluciona por dentro y por fuera, hace posible el milagro.

María Rivier